Netiqueta: cómo comportarse en Internet

Antes de la legislación sobre internet, antes de las redes sociales y antes de que la web fuera de uso diaria, se creó la netiqueta. Corría el año 1995 y cada vez más usuarios llegaban a la red sin tener conocimientos ni formación acerca de cómo comportarse, por lo que se crearon unas reglas mínimas de comportamiento: la RFC-1855. Se hablaba entonces de e-mails y cadenas de distribución, pero, adaptándola a los nuevos modelos de comunicación, son igualmente válidas hoy en día.

Os dejamos los 10 mandamientos de cómo comportarse en internet – con algunos arreglos a los nuevos tiempos.

1. Trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti

Cuando entramos en internet, a veces tenemos la sensación de transportarnos a un mundo donde todo se reduce a bots, nicknames y fotos de archivo, pero nos olvidamos de lo más importante. Internet es un medio para comunicarse con otras personas, es decir, otro ser humano está al otro lado de la pantalla; piensa en cómo pueden afectar tus mensajes, acciones o comentarios a sus sentimientos y bienestar.

Los comentarios hirientes, el constante acoso a un usuario y las malas formas, son formas de maltrato que pueden acabar con la vida de una persona – por ejemplo, el reciente caso de Zamii070.

2. Sé educado

Compórtate en tu vida digital como lo harías en la vida real. No te ampares en el anonimato para insultar, provocar o herir los sentimientos de otras personas: ¿dirías cara a cara ese tweet? ¿Ese comentario de Instagram lo harías en persona? Si la respuesta es ‘no’, abstente de enviarlo. Además de estar rompiendo las normas tácitas de convivencia en internet, tus acciones pueden tener consecuencias en la vida realcomo acabar despedido.

Por otra parte, evita a las personas que no lo sean. Al igual que en la vida real «no hay mayor desprecio que no hacer aprecio«: hay individuos que sólo buscan una confrontación fácil y nada constructiva. Lo mejor es ignorarlos o bloquearlos, sin contestar a provocaciones (no alimentes a los troll).

3. Conoce los códigos

El ciberespacio es muy amplio y los códigos de conducta varían de una comunidad a otra; asegúrate de entender cómo funciona una determinada comunidad antes de participar en ella. Extrapolado a la vida real: no hablas igual con tus compañeros de toda la vida que con las amigas de tu madre; no te comportas igual en la cena de empresa que en la de fin de año con tus amigos.

4. Respeta el tiempo de los demás

¿Cuántos emails tienes cada mañana en tu bandeja de entrada? ¿Y notificaciones en tus redes sociales? ¿Cuántos mensajes sin leer se acumulan en tu WhatsApp o Telegram? Respetar el tiempo de los demás, significa no enviar spam a tus contactos y cuidar los archivos que envías adjuntos o por conversaciones – ¿de verdad ese vídeo de 50 MB por WhatsApp merece los minutos de espera y los megas que va a gastar el receptor? ¿Merece tu interlocutor un audio de 7 minutos en lugar de una llamada o escribirle por mensajería?

Por otro lado, también significa ser agradecido con el material y ayuda que recibes por internet: si alguien se ha tomado la molestia de responder tu duda en un foro, sé educado y agradece su tiempo y dedicación. También has de entender que, si nadie te responde a una duda por Internet, no es motivo para incendiar un foro o hilo; las personas que responden a dudas y preguntas lo hacen sin obtener nada a cambio y no siempre se encuentran en disposición de ayudar por el motivo que sea.

5. Cuida tu imagen en internet

Tu carta de presentación en internet es la calidad de tu escritura. Cuida tu ortografía, las construcciones gramaticales y, por favor, no utilices las mayúsculas: el resto de internautas pensarán que estás gritando. El contenido también es importante y, por eso, cuida tus palabras a la hora de asegurar o compartir ciertas informaciones; solo contribuyes a generar bulos e informaciones falsas que otros toman como verdaderas – ¿cuántas veces ha muerto Mr. Bean? ¿Y Lady Gaga? ¿Qué fue del príncipe nigeriano que iba a hacernos ricos? ¿Cuándo se acabarán mis años de mala suerte por no reenviar cadenas ni compartir post?

También deberías ser consciente de que las empresas revisan la vida virtual de los candidatos antes de las entrevistas: además de con las palabras, deberías tener cuidado con las imágenes que subes a la redes sociales, especialmente si no tienes los adecuados filtros de comunidad.

6. Comparte tus conocimientos

¿Cómo crear un equilibro kármiko en internet? ¿Cómo agradecer todas esas horas de vídeos de gatitos que alguien subió altruistamente, esas soluciones a todos los errores de tu ordenador y esos trucos de cocina que encontraste navegando? Comparte tu conocimiento. Todos somos expertos en alguna materia: colabora en proyectos como Wikipedia, aporta tu punto de vista a una conversación, publica cómo solucionaste ese problema que tuviste en el ordenador y que nadie sabía responder.

Comparte conocimiento. Continúa la tradición de internet. Haz del mundo un lugar mejor.

7. Mantén los fuegos bajo control

¿Quién no ha leído que este o aquél vídeo está incendiando la red? ¿O que una conversación está incendiando un foro? La mayoría de los contenidos que incendian la red – como el Dance Evolution o los Juegos Olímpicos – son inofensivos, constituyen un movimiento de masas a nivel digital. No obstante, otros incendios –  -, son negativos y no contribuyen a nada ni a nadie.

Para mantener esos fuegos bajo control, si una conversación se vuelve agresiva, sal de ahí. Si un hoax o información falsa se vuelve viral, córtala e informa a tus contactos. Si un material es inadecuado, no lo compartas. Si una publicación es inadecuada, no la comentes. Si un troll aparece en tu ciberespacio, óbvialo (y repórtalo).

8. Respeta la privacidad de los demás

¿Recuerdas ese momento en el que tu madre decidía enseñar esas fotos tan monas de bebé a tus amigos cuando venían a casa? Si la experiencia no era grata, ¿por qué subes fotos de personas sin preguntarles antes? Esto incluye desde compañeros de clase a de trabajo, pasando por tus amigos, tu novia o novio o el bebé de tu hermano. Este punto es especialmente sensible en cuanto a menores: aunque tengas el permiso de los padres, recuerda que el derecho a la imagen pertenece al niño y, cuando crezca, ese vídeo tan adorable que circuló por internet sea un problema para su bienestar.

Del mismo modo, no reenvíes los emails de nadie sin su permiso, ni pantallazos de conversaciones personales por Facebook o Whatsapp, ni subas los MD que te han enviado a Twitter; si has tenido una conversación privada con alguien, respétala.

9. No abuses

El hecho de que tengas más conocimientos sobre cómo utilizar internet o seas administrador de una comunidad, no te da derecho a utilizar esa posición privilegiada para aprovecharte de los demás. Por ejemplo, que seas capaz de leer los datos EXIF de la fotografía de la chica que te gusta no te da derecho buscar esa información y mucho menos utilizarla para coaccionarla o interactuar con ella de un modo que no te ha permitido.

10. Perdona los errores de los demás

Todos fuimos novatos una vez, así que sé paciente con los noobs/newbies/rookies. Si estás jugando a un juego online, si estás en un foro o en una red social, en lugar de atacar o enfadarte con los nuevos usuarios, ayúdalos (recuerda: sé educado y comparte tus conocimientos). Ten en cuenta que errare humanum est: las erratas, los errores menores – sobre todo en usuarios que chatean en una lengua que no es la materna – y otros malentendidos no deben ser motivos que propicien un linchamiento público de esa persona. Si crees que es necesario corregir a alguien, valora hacerlo por privado y sé siempre educado.

 

En resumen: trata a los demás como quisieran que te tratasen a ti y piensa que hoy en día, además de la netiqueta, existen leyes que regulan los comportamientos en internet.

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